08 junio, 2008

antecedentes para el debate entorno a la crisis de la UTEM

Para: Profesores y Académicos de la Universidad Tecnológica Metropolitana.
CC: Ex compañeros y amigos funcionarios.
Colegas egresados

Santiago, 28 de Mayo de 2008


Estimados profesores de nuestra Universidad:

Les habla un profesional egresado de la universidad, salido de la escuela de trabajo social –la más antigua como carrera que viene de la Universidad de Chile-, ex-miembro de la federación de estudiantes en el periodo 2005-2006 y anteriormente de mi centro de alumnos. Me tocó hacer las primeras denuncias sobre lo que ocurría en mi universidad y facultad, me tocó denunciar en enero del 2005 el problema de la sociedad AULA, y posteriormente enfrentar al ex rector Avendaño y su camarilla, ya antes se me intentó sumariar para sacarme de la lucha por la recuperación de la Universidad como ente público por los mismos que en la era Avendaño se encumbraron en cargos directivos inventados a la medida sin tener los méritos profesionales suficientes, en aquellos años todos defendían al Sr. Avendaño incluida la federación de estudiantes a la cual pertenecía. Hoy las cosas tienen otro cariz, está venciendo la sensatez sobre del despotismo, la arrogancia y el matonaje, pero los acaparadores de la era Avendaño se resisten a perder sus privilegios, aunque en su doble discurso muchos no dudan en darse vuelta la chaqueta, muchos de los cuales se beneficiaron directamente de los planes especiales y de la política de autofinanciamiento. Hay muchos académicos que mantuvieron el silencio y la complacencia con lo que día a día acontecía en nuestra Universidad y apoyaron más de una vez la gestión institucional del ex-rector, en fin la gente puede cambiar y asumir el cambio de actitud asumiendo compromisos para reconstruir esta Universidad del Estado saqueada por particulares.

Los saludo con un respeto especial y satisfacción, aunque no puedo ocultar mis desconfianzas, tan naturales al ver cómo sucesivas autoridades antes han traicionado el proyecto de Universidad Pública por el cual muchos desde muchos lugares estamos luchando para recomponer. Les quisiera plantear y a la vez solicitar algo fundamental, reconstruir nuestra universidad, lo trato de hacer a nombre de aquellos estudiantes que como yo provenimos de familias obreras y populares en donde el camino de desarrollo humano y social está puesto en gran medida en el ingreso a una Universidad del Estado.

Primero, creo que es imposible pensar en la reconstrucción de la UTEM sin la comunidad universitaria, no es un secreto para nadie que todos estamos haciendo los mejores esfuerzos para el reencuentro en nuestra universidad, este dialogo incluye a todos los académicos tanto jornada completa como taxis o media jornada, incluye a los funcionarios tanto planta como contrata y honorarios, a los estudiantes tanto de ingreso vía PSU como los externalizados por las empresas montadas por la antigua administración (recordemos el rol histórico del antiguo Politécnico de la Universidad de Chile), incluye también a los profesionales egresados que de por vida llevaremos el titulo de nuestra universidad, y que están y estamos dispuestos sin incentivo alguno más que recuperar la Institución (si no es en la universidad donde se debe reproducir lo mejor de la sociedad y se debe lograr el mejoramiento humano, donde?). Esta inclusión no sólo son palabras de buena crianza, ni pueden quedar en actos simbólicos, sino un acto real de distribución y socialización del poder en la comunidad y por ende una democracia universitaria profunda. Esta democracia tiene nombre y apellido reconceptualización democrática del actual Gobierno Universitario.

Los estatutos y el reglamento académico de la Universidad no sirven para la plena participación e inclusión real de la comunidad, impiden la elección de vice rectores, veta la participación de los estudiantes en la elección de los directores de escuela, los estudiantes no tienen elijen a la DAE, sólo los académicos pueden solicitar sumarios y estudiantes y funcionarios sólo pueden hacer denuncias, se cambian reglamentos y se firman resoluciones de forma unilateral, etcétera. Hoy, como están las cosas estatutariamente, basta una elección de Rector y la nueva autoridad queda revestida de un aura de poder que le hace prescindir de la comunidad para tomar decisiones, se habla entonces de gestión ejecutiva, de un funcionamiento administrativo más flexible, de gerenciar la universidad. El proceso democratizador debe revisar todos los problemas que dificultan el correcta retroalimentación institucional.

Respecto al mismo mecanismo CLAUSTRO TRIESTAMENTAL tal como esta siendo revisado hoy plantea ciertas inquietudes; es resolutivo de qué? pueden votar en el quiénes y cómo (por ejemplo podrán participar con alguna ponderación los profesores jornada parcial)?. Todo esto debe ser resuelto previamente para lograr un sano proceso de CLAUSTRO. Ojo el CLAUSTRO no es CLAUSTRO de los académicos, la definición es CLAUSTRO DE LA COMUNDAD UNIVERSITARIA.

Es claro que hoy se necesita un poder constituyente para reconstruir la universidad, pero ese poder constituyente requiere de una completa legitimidad basada en una plena soberanía de la comunidad universitaria. Se requiere que la rectoría subrogante – de aquí a las elecciones de rector a más tardar el 13 de junio, o al menos que los estudiantes digan otra cosa, de hecho no es tan cierto que deben correr 10 días hábiles pueden pasar incluso seis meses antes de la elección de rector, si la comunidad así lo determina- y el poder del CLAUSTRO CONSTITUIDO –constituyente- garanticen y salvaguarden el proceso de reconstrucción universitaria tomando medidas de largo plazo que den el marco, democrático universitario, y el contenido estratégico para el futuro Gobierno Universitario sobre el cual se debe levantar la futura rectoría. En la Transición Pinto Avendaño, 1999, se dictó una resolución de CLAUSTRO, que es una resolución simple de rectoría o que puede ser solicitada en breve por el Consejo Superior, que nunca se llevó a cabo. Hoy no pueden dar ninguna garantía las elecciones del rector, si es que no se ha constituido antes el CLAUSTRO constituyente.

A su vez, el CLAUSTRO CONSTITUIDO debe dar garantías de plena y absoluta participación a todo el que quiera participar, sólo discrimina tiempos de intervención, formato de comisiones, votos en las comisiones y votos en los plenarios, no impide la participación de fraternales sin derecho a voto, respecto al padrón de votantes debe ser lo más amplio que se pueda, sin desmedro de su ejecución, basado en la idea de representantes y delegados, también cumplen un rol importante los egresados como profesionales en calidad de delegados fraternales sin derecho a voto, debemos considerar que el CLAUSTRO en gran medida va a operar el testimonio del por qué la universidad está tan mal y por qué se debe mejorar, en síntesis, como bien reza la expresión "muy a menudo la razón nos engaña… pero la conciencia no nos engaña nunca (Rousseau)", después de todo, de aquí debe salir lo sustancial de las normas y regulaciones que reglamentarán el Gobierno Universitario de la UTEM, y debe estar TODA la comunidad que ha sido violada y negada como comunidad por la autoridad y su crisis. En un CLAUSTRO todos son iguales, libres y fraternales, por ello todos cumplen y asumen su mayoría de edad cívica, se discute sobre gobierno universitario –interés y voluntad general-, no quien tiene más derecho que el otro, recordemos esta es una UNIVERSIDAD, en este espacio se concentra el valor de la autonomía universitaria –ejercicio de la libertad de pensamiento-, para definir la Universidad que queremos.

En conclusión podemos decir que en la UTEM lo que falló fue fundamentalmente la democracia universitaria, es decir fueron los mecanismos democráticos los que se intervinieron para impedir el correcto funcionamiento fiscalizador, se impuso entonces la autocracia y el descaro, se creó un ejército de hombre oscuros donde no se podía ejercer la crítica, donde autoridades administrativas del círculo de poder imponían sus posiciones sobre la comunidad, al extremo de permitir el ingreso de carabineros a la universidad (cuestión que ni siquiera fue tan descarada en tiempos del IPS), levantar sumarios a buenos funcionarios y alumnos, acallar y expulsar académicos, etc. Es esto lo que debe dejar de pasar, la universidad democrática permite que se expresen y desarrollen mil escuelas dentro de la democracia universitaria legítimamente reglamentada por todos los actores.

El itinerario del cambio de los estatutos debe quedar claramente definido en el CLAUSTRO, en lo inmediato existen propuestas como Senado Universitarios tipo U. de Chile, cosa que algunos consideramos tímido en función de la recuperación verdaderamente democrática, si los mayores de edad podemos elegir presidente de la República, porque no podemos elegir Rector, pero en fin, tendrá que ser el CLAUSTRO el espacio de la discusión.

Segundo, quisiera reafirmar la tesis que hemos trabajado durante estos años, la Crisis de la UTEM de debe a que una camarilla a copado todos los espacios académicos con administradores disciplinados, en la universidad han entrado a mandar grises funcionarios sobre la verde y multicolor comunidad. La vida universitaria se ha uniformado instalándose un pensamiento único, la academia se ha administresado y la administración sucumbido frente a intereses particulares.

La administración de la Universidad adsorbe todo, guía y da nombres a los piquetes de carabineros cuando intervienen las sedes –algo impensable por ejemplo en la U. de Chile-, instruye la intervención en espacios propiamente académicos y estudiantiles, vigila a académicos, funcionarios y estudiantes díscolos, limita el uso de las dependencias para la extensión universitaria, no clarifica irregularidades a propósito del robo de discos duros en el SISEI –en la cual se atreven en sugerir implicancias estudiantiles-, en definitiva no mantienen los cargos directivos un espíritu de academia, acorde a una universidad, en sus actividades y accionar.

No es posible que en la UTEM no se respete la carrera funcionaria y que en función de favoritismos y clientelas se creen cargos directivos que perfectamente pueden ser ocupados por funcionarios de carrera que han demostrado el merito para ocupar el cargo, y hoy tengamos ex funcionarios de seguridad del Estado de la dictadura en cargos como directores de carrera en planes especiales, o dictando cátedras o como encargados de área o sedes.

No es posible que en nuestra universidad se quiebre la carrera académica por la voluntad unipersonal de alguna autoridad, no es posible que escuelas, como ocurre en los programas especiales, no exista democracia, y sean funcionarios los que asuman tareas de dirección académica.

No es posible que los estudiantes sean tan mal tratados por su Universidad, que sean asumidos como meros elementos de paso que se les presta servicios y que en algunos casos pueden reclamar en una suerte de atención al cliente. No es posible que una DAE los vea como un problema y asuma sus demandas de una manera clientelar, sólo como ejemplo tenemos la carencia del servicio SESAES –no por negligencia de sus funcionarios, sino por su déficit de recursos- el problema de las becas y raciones de alimentos, en fin la suma de problemas vinculados al déficit, agravado por las muchas carencias sociales del estudiantado de nuestra universidad. La Universidad trata mal a sus estudiantes les pone personal de seguridad más preocupado en perseguir e identificar a revoltosos que en cuidar el fortalecimiento de espacios para la vida universitaria, la universidad los maltrata no promoviendo a los que tienen más merito académico que otros que han sido privilegiados por el amiguismos y por lealtades personales, etcétera. Eso no nunca más, el estudiante de la UTEM y los estudiantes de la Universidad públicas chilenas son como representantes de la Nación los verdaderos herederos de la Universidad.

La participación de los estudiantes en la gestión y el desarrollo cotidiano de la universidad debe tener un nuevo cariz, los estudiantes tienen derecho de participar en el desarrollo institucional de su universidad, pueden asumir tareas en la gestión y pueden mantener el desarrollo institucional de la Universidad. No se necesita una oficina de atención al estudiante, se necesita por ejemplo que los estudiantes dirijan todas aquellas unidades que pueden dirigir, como por ejemplo el sistema de casinos y fotocopias, pueden organizarse para participar en las concesiones de la universidad, pueden acceder a espacios de publicación y la administración conjunta de una editorial universitaria, pueden asumir un rol protagónico en unidades como la Vicerectoría de Transferencia Tecnológica -como ha venido paulatinamente ocurriendo en varios de sus centros-, pueden elegir y hacerse elegir por el conjunto de la comunidad. Los estudiantes deben posicionarse de su universidad asumiendo mayores derechos y compartiendo el destino institucional de su alma mater.

Por último, si de verdad queremos Universidad Pública se deben eliminar los cargos directivos que no responden a la comunidad toda y se debe volver a la carrera funcionaria y académica para la cual deben ser preparados las y los futuros recambios de la institución, se debe respetar el derecho al autogobierno en la universidad, demostrando primero que tenemos las facultades y nos podemos autogobernar. la comunidad debe vigilar toda la administración de la Universidad, en este sentido hoy es urgente revisar todas las concesiones, convenios y contratos que favorecen intereses particulares de grupos de poder.

Tercero, se debe regenerar la UTEM, regenerar en el sentido que deben llegar nuevos aires, se debe ventilar y sacar las malas prácticas docentes y extirpar la prepotencia en la docencia, esto no significa ni perder ni disciplina, ni la excelencia, ni la rigurosidad académica, los profesores que no investigan, los profesores que no preparan sus cátedras, que no incentivan ni hacen extensión, en definitiva los profesores que asumen con amor su tarea para engrandecer esta universidad deben ser mantenidos y los que no están disponibles deben dar paso a los que si están dispuestos y tienen la voluntad del mejoramiento universitario. Esta regeneración es inclusiva, se debe avanzar en un desarrollo universitario hacia la sociedad con una lógica cuatriestamental, recuperando lo mejor de lo humano que existe en la sociedad, integrándolo a la universidad tratando de recuperar a nuestros egresados que traen la experiencia del mundo real para que aporten en la solución de las contradicciones sociales.

Seamos claros, la dirección de autoevaluación y acreditación ha fallado, no tanto en la Acreditación, cuyos criterios no contemplan la deteriorada situación de la UTEM como institución pública, como es su misión de mejoramiento académico y evaluación de docentes mal evaluados por la comunidad. El sentido de la regeneración de la UTEM es sacar a los malos docentes que se perpetúan en la universidad con sus constantes argucias y volteretas, y que terminan deteriorando la comunidad de conocimiento y pluralismo que debe existir en la universidad, y hacer que llegue una nueva generación que traiga también una experiencia y cariño hacia la vida universitaria, esto es lo único que puede garantizar una recomposición universitaria en el tiempo. Cuatriestamentalidad y Regeneración van de la mano en la recomposición de la UTEM como universidad pública.

No es posible el desarrollo universitario sin crítica, ni autocrítica. Se debe hacer la autocrítica respecto a la situación del desarrollo docente, el caso Avendaño lo deja más que claro, se debe comprobar la jerarquía académica y los buenos profes deben ser premiados, si los académicos no quieren someterse a una revisión, alguien igual debe intervenir para hacérsela, gran parte del problema de la ingobernabilidad académica se debe a esta falta de revisión en la vida universitaria del maestro. Se necesita un compromiso real para que venga una consultora internacional no vinculada –no la CNA que tampoco goza de autonomía científica, y que coexiste en su interior con intereses mercantiles de corporaciones educacionales privadas y visiones de la derecha política privatizadora- a evaluar no sólo la gestión institucional, sino desarrollo educativo. En este sentido muchos resultados se pueden obtener aliando a la Universidad a organismos independientes multilaterales como la FLACSO o la CEPAL.

La Excelencia académica y la demostración de las virtudes democráticas comienzan por los profesores, no al revés. Llegaremos a una felíz conclusión; la democracia universitaria y la libertad de cátedra pueden coexistir con la comunidad de funcionarios, estudiantes y los profesionales insertos en la UTEM, sin renunciar a que la universidad necesita verdaderos maestros en cada ámbito de la producción de conocimientos.

Cuarto y último, Como todos sabemos la universidad necesita recursos. Hoy el déficit debe estar alcanzando los 25 mil millones, y esto es sólo el hoyo, cuando hablamos de desarrollo por ejemplo pensando en un decenio, las cifras se multiplican, de allí nuestra sospecha de que los gobiernos democráticos se han hecho los tontos y han creado en definitiva todo un escenario privatizador –donde por supuesto la misma componenda participa del negocio-, es decir los corresponsables de los programas especiales fraudulentos son los propios gobiernos democráticos que han dejado a la buena de la mano invisible del mercado esta universidad estratégica para el ascenso social de una mayoría obrera y popular.

Como principio fundamental es sincerarnos –sin cliché- respecto a lo que es nuestra Universidad, en la práctica la UTEM no es una universidad Tecnológica, es una Universidad Metropolitana heredera del Politécnico de la universidad de Chile y del Instituto Profesional de Santiago, lo que la distingue es su atención a una franja de hijos de obreros, funcionarios, empleados de los dos quintiles más pobres de la capital, donde además se estudian carreras de ejecución. Una Universidad Tecnológica es una Universidad Nacional que efectivamente tiene la infraestructura y la intelligentsia para desarrollar la tarea, una universidad para el desarrollo social atiende a un grupo social agente del desarrollo social. No porque la UTEM atienda a este sector donde mayormente se expresan las desigualdades en el sistema educativo y la sociedad, debe ser de mala calidad, al contrario debe ser la Universidad de la Promoción Social o Popular de los sectores más dañados por las contradicciones sociales para que estos sean verdaderos sujetos del mejoramiento humano de la sociedad. En este sentido se entiende que una Universidad Social requiere un fuerte incentivo Estatal para cumplir bien su misión de compensación social, por tanto es una responsabilidad política ineludible del Estado el financiamiento de ésta, una Universidad Pública de estas características debe ser sostenida económicamente por el Estado. Quizá en una sociedad sin tantas desigualdades educacionales, ni tanta barbarie social la Universidad pueda elegir un camino tecnológico, como en algún momento lo pudo hacer la Escuelas de Artes y Oficios, para transformarse en la Universidad Técnica del Estado –UTE-.

Con un poco de memoria podemos recordar que el año 2004 se plantearon las leyes de restructuración universitaria que según la autoridad "quitaban rigidez al sistema universitario", la ley de financiamiento, la ley de acreditación, los decretos de financiamiento universitarios del mismo periodo y sus famosos sistemas de competencias laborales, hoy podemos decir con toda propiedad que equivocado estaba el gobierno del presidente Lagos, estas no han mejorado la Universidad Pública, sino sólo han terminado de mostrar sus problemas de fondo, de hecho ninguna de ellas ha tenido un impacto positivo en la UTEM salvo exponer la herida –alguien podrá decir algo es algo- se requiere otro tipo de relación de nuestra Universidad con el Estado.

La prensa derechista dice que los estudiantes dicen que por no estar acreditados no se puede acceder a los Créditos con Aval del Estado – ley de financiamiento de 2005-, esto es una rotunda mentira, porque lo que los estudiantes de la UTEM solicitan es una atención especial como Universidad Estatal. El financiamiento estudiantil en este caso va por la vía del mejoramiento progresivo del Fondo Solidario y con respecto a la universidad un incentivo integral al tipo de estudiante de la universidad y un mejoramiento de la institución con fondos especiales para una universidad de estas características. Es claro que hay que elaborar una propuesta bien definida como comunidad, es esta la oportunidad del CLAUSTRO, pero lo que no es sostenible es el autofinanciamiento en estas condiciones, la situación concreta es que a la UTEM la castiga el actual sistema educativo con decrecimiento progresivo del Aporte Fiscal Indirecto por su mal desempeño en el sistema que mantiene la LGE. Se debe velar por que se mantengan todos los aportes pero asegurando el aumento del Aporte Fiscal Directo.

No se requiere una intervención ni de burócratas, ni de tecnócratas, que quede claro, no se requiere un síndico que nos venda a un banco, se requiere una intervención económica que además asegure en el tiempo una buena inversión –que no termine en los bolsillos de un pillo-, a su vez, de forma más clara, el Estado debe salvaguardar la autonomía universitaria no para ahorrar recursos, sino para que la propia comunidad asuma la responsabilidad de cuidar el patrimonio público que se le ha puesto en sus manos. No puede ser posible que el gobierno hable de financiamiento de los partidos y de las elecciones para impedir la competencia insana promovida empresarios que "inviertan" en las campañas de sus contendores, y que frente a las universidades no tengan la misma actitud, considerando que en las universidades privadas inversionistas traspasan millones a corporaciones dirigidas por el Opus Dei, o los Legionarios de Cristo o los consorcios empresariales de toda calaña.

La lucha por el Aporte Fiscal Directo no solo debe ser la bandera de los estudiantes, sino de los académicos, funcionarios, egresados y de la Nación. Los académicos deben asumir la responsabilidad en esta lucha y estar dispuestos a marchar con los estudiantes. En este sentido se debe avanzar en leyes permanentes que aseguren el financiamiento de la universidad, así como un Fondo Nacional de Reconstrucción Universidad Estatal que asegure la continuidad de la UTEM y que compense a las universidades que han entrado en crisis por malos o turbios manejos institucionales, alguien debe asumir los platos rotos resultados del autofinanciamiento.

Estos planteamientos que respetuosamente les hago llegar no son la conclusión antojadiza, sino son parte de la reflexión colectiva con otros estudiantes y profesionales de la UTEM, son parte de una experiencia de muchos años tratando de recomponer la Universidad, es haber visto y sentido junto a mis compañeros la rebeldía estudiantil frente a los egoístas e inescrupulosos que no entienden el valor público de nuestra universidad. No quisiera terminar esta carta sin recordar a ustedes nuestros maestros y a la vez colegas de la misma alma mater que otros buenos profesores han tenido que emigrar de la UTEM por el nepotismo instalado en Escuelas y Facultades en la era Avendaño como el Profesor Víctor Paiba, Vilma Rivas, Claudio Almonacid, entre otros, todos por defender la Universidad pública, así mismo recordar al Profesor y Consejero Superior Egidio Torres que por su enfermedad tuvo que abandonar temporalmente esta tarea de poner a la Universidad en su camino decenté.

Porque esta Universidad es pública y debe seguir siendo patrimonio del Estado y por tanto patrimonio del pueblo chileno, la debemos cuidar, reconstruir y democratizar.

Fraternalmente un ex-estudiante.

CORPORACIÓN "UNIVERSIDAD POPULAR JOSÉ AGURTO"

span.fullpost {display:inline;}

apoya